Control de aves
Nuestros servicios de control de aves en todo tipo de edificios y estructuras garantizan espacios seguros y libres de plagas
Las aves urbanas son animales adaptados a la convivencia con el ser humano y que se instalan en ciudades y otros núcleos urbanos para buscar alimento y alejarse de sus depredadores naturales. Las aves viven formando grandes grupos o bandadas, los cuales, pueden llegar a alcanzar elevadas cifras de individuos llegando a dar lugar a plagas.
Un servicio de control de aves evitará las amenazas para la salud y los daños materiales que las plagas de estos animales pueden provocar. Nuestro tratamiento, llevado a cabo por profesionales cualificados, tiene como misión impedir el posado y la anidación de aves en diferentes estructuras de los edificios como cornisas, canalones o alféizares.
Uno de los principales problemas que combate el control de aves, consecuencia de la aparición de una plaga de estos animales es, en primer lugar, el contagio de enfermedades al ser humano. Por otro lado, los excrementos y los nidos de las aves producen deterioros de estructuras y elementos como los sistemas de evacuación de agua, equipos de aire acondicionado o mobiliario urbano.
Control de aves urbanas
Cuando nos encontramos ante una plaga de estos animales, es importante acudir a una empresa de control de aves a la mayor brevedad posible, con el fin de evitar que la población siga creciendo y aumente mucho la dificultad de su gestión. Las especies más comunes en las plagas de aves urbanas son la paloma, la gaviota, el estornino y el gorrión.
La manera más segura de librarse de las plagas de estas cuatro especies es a través de los servicios de una empresa especializada en el control de aves, si bien es necesaria, además, una autorización municipal para llevarse a cabo. Sin embargo, existen otras especies, como las golondrinas y los vencejos, que se encuentran protegidas, y su gestión deberá ser solicitada a la autoridad competente.
Entre los efectos que tienen las plagas de aves sobre su entorno se encuentran, en primer lugar, los riesgos para la salud de las personas. Las aves pueden ser fuente de contagio de enfermedades como la salmonella, la toxoplasmosis, la psitacosis, neumonías o infecciones fúngicas. Además, también pueden transportar insectos, pulgas, garrapatas y otros ácaros que pueden tener un impacto negativo sobre el ser humano.
Sin embargo, el principal impacto de las plagas de aves urbanas son los daños materiales. Sus excrementos, además de ensuciar y causar malos olores, tienen componentes ácidos y corrosivos que deterioran estructuras, materiales de construcción, maquinaria, vehículos, etc. También sus excrementos, sumados a las plumas, causan atascos en canalones, bajantes y sistemas de drenaje.
Empresa de control de aves
Existen diversos métodos para el control de aves. La efectividad de cada uno dependerá de las circunstancias, la ubicación y la especie de la plaga; por lo que previamente nuestros técnicos realizan una inspección que les permita determinar qué método será el más efectivo para cada caso. Los más usados son aquellos que tratan de cambiar el comportamiento de las aves, disuadiéndolas de posarse y anidar en los lugares donde lo estaban haciendo.
Pinchos y púas
Es una opción económica y versátil, pudiendo instalarse en una gran variedad de superficies. Las bandas con púas son colocadas en las zonas de posado de manera que las aves no se sientan cómodas haciéndolo y terminen marchándose en busca de otras ubicaciones.
Cables eléctricos
Se trata de la instalación de cables electrificados en ubicaciones donde se posan las aves. Éstas, al posarse, reciben un impulso eléctrico que hace que abandonen el lugar y no vuelvan a tratar de posarse. Este método es inofensivo para las aves, ya que el impulso es leve y no les produce ningún daño físico, pero la sensación les provoca un rechazo suficiente para disuadirlas de volver a posarse en el mismo lugar.
Redes
Las redes son colocadas para cubrir zonas de las fachadas de los edificios con el objetivo de impedir el acceso de las aves a ellos. Estos sistemas de redes les impiden acceder a sus lugares de anidamiento y posado, obligándolas a marcharse a otro lugar para asentarse. El tamaño y forma de la red puede variar según la especie de ave, para bloquear su acceso sin que lleguen a quedar enredadas.
